divendres, 25 de juny del 2021

Ajedrez y competencia emocional II. Experiencias y aprendizajes en el Jaume Balmes

La vida no es una partida de ajedrez


Desde tiempos recónditos se suele emplear la comparación entre el ajedrez y la vida. Incluso Kasparov dedica un libro entero a describir esta analogía y lo titula Cómo la vida imita al ajedrez. Al finalizar una partida es verdad que las piezas pueden volver por igual a su caja o a su bolsa, como diría Çervantes, pero también es verdad que pueden volver a ponerse en juego nuevamente a continuación o bien al cabo de cierto tiempo, lo que no sucede con nosotros al morir. Justo después de morir no podemos volver inmediatamente a renacer y vivir de nuevo tal y como puede acontecer con las piezas al volverse a iniciar otra partida justo después de terminar una.


Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha:


"...mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio; y en acabándose el juego, todas se mezclan, juntan y barajan, y dan con ellas en una bolsa, que es como dar con la vida en la sepultura"



Alumnado del Jaume Balmes durante las sesiones de trabajo de ajedrez y competencia emocional














Muchos otros autores y autoras han comparado y siguen comparando el ajedrez, la vida y sus diferentes etapas Y, ciertamente, no vamos a negar, sino a ampliar y matizar sus similitudes, que pueden ayudar a manejarnos con más habilidad en el tablero de la vida a partir de una buena práctica, inteligentemente guiada. Considero que la analogía vida-ajedrez se transfiere con mucho mayor acierto si nos referimos a etapas o momentos concretos. No nos enfrentamos a la muerte, puesto que forma parte del proceso vital, constituye su conclusión y todas y todos debemos pasar por ella inevitablemente. Creo firmemente que nuestro combate debe producirse contra la infelicidad y, el ajedrez, puede constituirse como una excelente herramienta de empoderamiento emocional. Aunque la actitud más acertada sería el disfutar de la vida degustando todo lo bueno que nos ofrece.


 

Ser feliz es lo más importante en esta vida

 

¿Quién puede dudar de que lo más importante en esta vida es ser feliz? Ser feliz en harmonía y respeto con nuestro entorno. La escuela no puede mantenerse al margen de esclarecer y fomentar este objetivo en todo nuestro alumnado y, por este motivo, debería estar incluida la competencia emocional de una manera inequívoca en el currículum. La enseñanza tradicional está basada en preparar personas para ser eficaces profesionalmente en el futuro y orientarlas a un determinado perfil profesional. Siempre que sean respetados los derechos y las libertades individuales, todas las actividades pueden ser no solo dignas sino también gratificantes y contribuyen a nuestro progreso y equilibrio como comunidad. Partiendo de esta premisa respetaríamos más claramente las diferencias individuales y fomentaríamos mejor las diferentes inteligencias que nos caracterizan como especie. El bienestar y el desarrollo integral contribuyen a una mejor respuesta emocional y, además, a un mejor rendimiento académico. 

 

La experiencia llevada a cabo en el Jaume Balmes recientemente, partiendo del milenario juego del ajedrez, es solo un ejemplo de tratamiento de esta competencia. Ahora vamos a desglosar cada una de las temáticas que hemos ido tratando a lo largo de las sesiones de trabajo, especialmente durante la última de ellas.


Escala de valores y emociones. Actividad 1.


Con esta actividad (ver artículo) pretendimos reflexionar, ser conscientes y poner en relieve todo aquello que nos ayuda, importa y queremos en nuestras vidas. Al llevarla a la práctica con mi alumnado de 11 y 12 años me sorprendió cuánto costó hacer esta gradación, nos llevó mucho tiempo. Solo uno de los cuatro grupos lo tuvo más claro y tardó menos. El rey somos nosotros mismos. Sabemos que no puede ser capturado, es la única pieza que no desaparece del tablero durante el juego. Como nosotros en nuestras vidas. 


Confección del material personal dando nombres significativos a cada una de las piezas

























Costó más si cabe nombrar y graduar todo aquello que nos inquieta, inoportuna, preocupa o tememos. El rey es la infelicidad. Nuestra verdadera lucha. Tampoco la podemos derrocar por completo, siempre sufriremos alguna pérdida, más o menos significativa, o algún enfado más o menos importante. Siempre estará más cerca o más lejana de nuestro propio aliento. Los dos reyes han sido las únicas piezas cuyos nombres han sido designados por el maestro previamente y los motivos expuestos y argumentados a todo el alumnado.


Los dos reyes son designados por el maestro: nuestro rey seremos nosotros mismos y, el contrario, la infelicidad. Todos los alumnos eligen los colores de las piezas de cada conjunto y las pintan.




Tanto algunas de las maestras que han participado en la actividad como yo mismo consideramos que este ejercicio nos puede resultar útil a nosotros mismos como adultos y que a lo largo de nuestra vida se vislumbrarán cambios en la denominación que hagamos de las piezas y es que, con toda probabilidad, disputaremos más de una nueva partida (etapa) en nuestra vida. 


Para la mayoría de nuestro alumnado la familia es lo más importante que nos acompaña en nuestras vidas y así es como la mayoría ha denominado a la dama de su propio equipo 




En esta primera actividad habrá que observar aspectos muy relevantes. Consciencia de nuestras fuerzas, reconocimiento de ellas y valorarlas en su justa medida. ¿Qué es importante o superfluo? ¿Lo que me gusta es lo que me conviene? ¿Lo que me conviene me gusta? Reconocer también lo que puede perjudicarnos. ¿Quién puede dudar de que el tabaco es totalmente perjudicial y, sin embargo, muchas personas que incluso están totalmente de acuerdo con esta idea, fuman? 



Esta primera actividad ha supuesto un esfuerzo importante de reflexión para nuestro alumnado















En este sentido recordamos la enorme trascendencia de la escuela y su función, tal y como un amplio abanico de nuestros alumnos ha reconocido. La escuela nos conviene a todos aunque a algunos no les guste la disciplina, el esfuerzo personal o la adaptación a las normas de convivencia. La escuela y el legado que nos deja a todos puede llegar a salvar vidas o a mejorarlas. Pusimos como ejemplo la niña que recordó sus aprendizajes y que le permitió reconocer los momentos previos a la llegada del catastrófico tsunami de 2004 para correr junto a su familia y otras personas que los siguieron para resguardarse en un punto elevado. O la película El niño que domó el viento, basada en hechos reales, cuenta la historia de un niño que, con su inteligencia y el acceso a los conocimientos que le brindó la escuela, le permitieron idear una maquinaria capaz de bombear el agua subterránea para poder abastecer a toda una población en una situación de extrema necesidad. 


Tan trascendente es reconocer lo que nos conviene como también lo que no nos conviene por mucho que pueda llegarnos a gustar o a atraernos. Distinguir gustar y convenir. Una diferencia clave y decisiva para el equilibrio personal y emocional y que bien podemos tratar en la escuela de una manera estratégica y lúdica a partir del ajedrez.



Partida en solitario. Actividad 2.


Algunos de nuestros alumnos que experimentaron el juego con el material que ellos mismos crearon manifestaron mucha satisfacción después de jugar: "me lo llevaré a casa y lo plastificaré para jugar más partidas"; "me he sentido de "p.m". Otros manifestaban extrañeza; a otros no les gustaba jugar solos. Una pareja de compañeras decidió por su propia cuenta y voluntad enfrentarse entre ellas; todo lo contrario de un compañero que se espantó ante la posibilidad de jugar con alguien empleando su material tan personal. Cabe destacar que esta persona se emocionó bastante durante el desarrollo de la última actividad, la más reflexiva de todas y que da pie al debate, como dijo una de nuestras más caristmáticas alumnas: "le hemos dado mucho al pico". 


Partidas en solitario con el material personal creado por cada niño y niña

























A continuación vamos a comentar brevemente algunas pequeñas anécdotas acontecidas durante nuestras clases:


"Suicidio"


Una alumna se dio mate a si misma. No se percató que atacaba a su propio equipo hasta darle jaque mate a su propio rey ("ella"). Reflexionamos sobre la pérdida temporal de la consciencia que nos puede llevar a auténticos desastres ya que perdemos el control de nosotros mismos y no tenemos consciencia de nuestros actos. Y, por supuesto, dimos algunos ejemplos de situaciones que nos la pueden provocar.


"Homicicio involuntario"


Otra alumna no tenía ganas de disputar su partida en solitario y se apresuró a concluirla dando mate a toda velocidad. Su dama ("familia") fue apoyada por un alfil para dar el mate del beso pero... la única defensa posible de esta amenaza era capturar con un caballo a la dama. Así pues no consiguió el objetivo de acabar su partida rápidamente y perdió a su dama, como quien conduce un vehículo a toda velocidad y provoca involuntariamente un accidente que acaba con la vida de sus familiares, ocupantes del vehículo. Quería retroceder y cambiar de jugada pero... ya había dejado la pieza.


"Los chuches se transforman en una nueva familia"


Otra de nuestras alumnas coronó a un peón al que había denominado "chuches". ¿Pero cómo podía transformarse en una nueva dama que, para ella, representaba a la "familia"? Por supuesto que podemos tener y crear una nueva familia. Comprendió que, en un futuro, puede llegar a ser madre y formar una nueva familia tan importante como la que ahora mismo tiene. ¿Por qué menospreciar aquello que nos gusta si no hace daño a nadie? ¿Quién dice que no puede en el futuro crear una fábrica de chuches o regentar un negocio que los venda y reporte buenos beneficios y satisfacción personal que contribuyan a la manutención y sustento de la familia? Si todos y todas ocupáramos puestos de trabajo que nos satisfacieran no solo funcionaríamos mejor como sociedad, también viviríamos más felices. 


"El respeto y la amabilidad vencen a la infelicidad"


Es posible conseguir nuestros objetivos con valores tan importantes como son el respeto y la amabilidad. Sí, también es posible. Y sería óptimo dar a conocer y que nos ofrezcan ejemplos de ello. Una imagen vale más que mil palabras. Valores y posición final de la partida real de uno de nuestros alumnos en la fotografía siguiente:


El "respeto" dando mate a la "infelicidad" apoyado por la "amabilidad" (mate de la escalera)














La partida: la clase contra el profe. Actividad 3.


Tanto en la vida como en el ajedrez conviene pensar antes de actuar. Optimizar nuestros recursos y no menospreciar, ignorar e infravalorar las circunstancias que nos rodean. Debemos ser también respetuosos con nosotros mismos y con las reglas del juego. Para jugar y reflexionar en clase colectivamente empleamos la designación de las piezas (leer artículo) a partir de las votaciones dadas por las cuatro clases del Jaume Balmes que participaron en la experiencia.


Puesta en común de designación de piezas a cargo del ciclo superior del Jaume Balmes




















Durante el juego, así como en la vida, nos enfrentaremos a pérdidas, más o menos significativas; pero también a logros más o menos significativos. Como práctica de fortalecimiento emocional debemos pensar que estas pérdidas son inevitables y han de acontecer, como nosotros mismos también acabaremos dejando el tablero de la vida más tarde o más temprano, lo que supondrá, tal vez, una pérdida importante para otras personas, puesto que para algunas de ellas seremos "su dama", "una de sus torres" o, simplemente "alguno de sus peones". Cómo afrontemos estas pérdidas influirá en gran medida en nuestra salud mental, lo inevitable no lo podemos evitar ni de nosotros depende pero sí depende de nosotros asimilarlo lo mejor posible. Tan importante es encajar las pérdidas cómo encajar los logros que también han de acontecer. El propio ejercicio de "equilibrar emociones" asignando nombres a cada una de las piezas bien nos puede ayudar. ¿Cuántas personas sufren depresión (y son muchísimas) por valorar más las pérdidas o las ausencias que los logros o las "presencias"?



Posición durante el juego de la partida en solitario de una de nuestras alumnas















En este sentido una alumna solo nombró a familiares en su "equipo de piezas". Todas "sus piezas" eran familiares a quienes echa mucho de menos, solo "estudios" ocupaba un lugar entre sus familiares. Comentar que solamente tiene en El Prat a su familia más directa: padres y hermanos, el resto se encuentra a miles de kilómetros. En el conjunto de miedos y preocupaciones nombraba la ausencia de sus familiares o la posibilidad de perderlos, así como de perder a su familia más directa. Echaba también de menos a su mejor amiga. Sin embargo, reflexionando con ella, reconocía que hablaba habitualmente con ellos por medio de las nuevas tecnologías, incluso por vídeo conferencia y que le gustaría trabajar de azafata. ¿Por qué no situó en su equipo piezas como "internet"; "WhatsApp"; "móvil", "avión", etc...? Por valorar y pensar mucho más en sus vacíos que en sus logros y por falta de perspectiva: puede hacer nuevas amistades, igual o más importantes y, puede volar más adelante y volver a ver y a abrazar a sus seres queridos. ¿Cómo puede haber sino tantas personas conocidas y ricas que terminan muriendo muy jóvenes e infelices?



Necesidades primarias. Funciones vitales


Son aquellas imprescindibles para poder seguir viviendo: sueño, comida, agua, refugio... Si no las satisfacemos corremos graves riesgos de salud o, incluso, de morir. En pocos minutos o, incluso, segundos, podemos morir por dejar de respirar; en tres semanas podríamos morir por dejar de comer; en tres días podríamos morir por dejar de hidratarnos. Incluso podemos morir de frío por hipotermia en cuestión de minutos (hace pocas semanas en China murió una veintena de personas que se encontraban en un excelente estado de forma física por el cambio brusco de tiempo en una ultra maratón de alta montaña, ya que no iban adecuadamente preparadas con el material necesario). 


Elaborando el material de juego
























A menudo, en nuestro mundo de comodidades e incluso lujos, damos por sentadas y satisfechas nuestras necesidades más básicas. Nunca debemos olvidarlas, reconocer y agradecer su cumplimiento, así como conocer todo aquello que puede ponernos en situación de riesgo. Satisfechas nuestras necesidades primarias todo lo demás depende de nuestra mente y de cómo encajemos nuestras pérdidas y nuestros logros (nunca olvidemos nuestros logros). Sí, la familia y nuestras amistades son muy  importantes, nadie lo va a dudar y, si hay un claro consenso es evidente que son importantísimas. Maslow las situaría dentro de las necesidades secundarias. Podemos llegar a perder cosas muy importantes pero no nos olvidemos que, como el rey en el ajedrez, no vamos a desaparecer del tablero por muchas piezas que hayamos perdido o todas ellas. Siempre podremos repensarnos y repensar nuevos objetivos para empezar una nueva partida (podremos perderlo todo menos nuestro aliento). Con qué nuevas piezas vamos a contar y contra qué vamos a combatir. La verdadera lucha será contra lo que haga peligrar nuestras necesidades primarias, imprescindible para encontrarnos bien. Incluso sin casa y sin trabajo existen diferentes organizaciones y personas voluntarias que socorren a las más necesitadas y las asisten con comida y les proporcionan un techo para poder dormir y resguardarse. 



El juego puede ser una herramienta muy útil de empoderamiento emocional















Durante las sesiones de ajedrez y competencia emocional me preguntaban sobre la posibilidad de perder la vista. Dispondríamos del resto de sentidos y podríamos disfrutar de ellos. Pensar en lo que tenemos y no en lo que nos falta o tuvimos. Mientras tengamos cubiertas nuestras necesidades primarias debemos valorar y disfrutar de lo que tenemos. La vida es un regalo. Hay un dicho que dice: "a caballo regalado no le mires el dentado". Otro: no es más feliz quien más tiene sino quién menos necesita. Si sufro un accidente de tráfico y pierdo la movilidad de mis piernas ¿pensaré en todo lo que antes hacía y ahora no puedo hacer o en todo lo que puedo seguir haciendo? Tal vez, incluso, disfrute de alguna ventaja. Lo primero para poder sentirnos bien es tener las necesidades primarias cubiertas. 


Algunos conceptos estratégicos para la vida


Justo antes de la segunda sesión de ajedrez y competencia emocional en una de los grupos de 6º de primaria se respiraba un ambiente de gran nerviosismo. Al día siguiente se iniciaban las llamadas pruebas de competencias básicas, unos exámenes que se convocan los mismos días y a las mismas horas en todos los grupos del mismo nivel escolar de Cataluña  para comprobar los logros alcanzados en todo el territorio. Una alumna agradecía a la maestra de inglés los referentes que cuelgan en la sala de estudio, ya que podrían ayudarla en algún momento determinado. Los referentes son habituales observarlos en cualquier aula, pero esa misma noche pensé: y por qué no colgar un referente que rece: SOY INTELIGENTE, SOY CAPAZ, PUEDO CONSEGUIRLO. Este referente puede ayudar durante todo el ejercicio. Los nervios pueden traicionarnos y perjudicar nuestro rendimiento. Esa misma tarde, por otra parte, les recordé que nadie había citado "Competencias básicas" como aspecto temido o desagradable para ellos, por lo tanto, no había que darle mayor trascendencia al cometido. Procurar hacerlo lo mejor posible, controlar los nervios e, incluso, por qué no, disfrutar de la prueba y demostrar lo mucho que saben. Si después no les sale tan bien como pretendían observar con perspectiva aquello que de verdad sí es importante en nuestra vida. Si bien es verdad que todos deberíamos pensar así para no presionar excesivamente y de manera inoportuna, lo que puede generar ansiedad y frustración.


Manos a la obra. Podemos conseguirlo y disfrutar en el proceso


























Con estos mismos grupos de 6º de primaria reflexionamos sobre la entrada en una nueva etapa e institución el próximo curso. En los institutos deberán observar primero cómo funciona la institución y cómo se comportan sus integrantes, como quien analiza primero el contrincante en una partida de ajedrez. Deberán tomar decisiones pero sin aventurarse demasiado, tomar posición poco a poco y sin exponerse en exceso. Sus mejores virtudes manifestarlas una vez ocupen ya un lugar y conozcan el contexto, igual que en una partida de ajedrez en su apertura. 


Pensar antes de actuar. Utilizar nuestros recursos sin exponernos excesivamente al inicio

















Sin embargo, en las partidas reales que disputamos durante la última sesión, no todos los principios generales de la apertura se ponían en práctica por parte de nuestro alumnado. En una de las partidas se movió hasta cuatro veces, dentro de las seis primeras jugadas, un mismo caballo ("los abuelos"). Por muy valiosas que sean algunas de las personas o cosas que dispongamos no debemos abusar de ellas, pueden sufrir un gran desgaste o podemos ocasionar involuntariamente su pérdida (como así fue en la partida). Debemos poner en juego nuestras virtudes de manera equilibrada complementándose unas con otras, en función también de la situación. Solo así conseguiremos nuestros objetivos. En los momentos más determinantes nuestras mejores virtudes podrán decantar a nuestro favor la consecución de lo que nos propongamos. Y tener claro también que para conseguirlo dejaremos en el camino... (tiempo, energía...) pero superaremos miedos, frustraciones, ganaremos nuevas amistades, etc...



A modo de resumen


- El ajedrez puede ser muy útil para enfrentarnos estratégicamente a nuestros retos personales y superar miedos, frustraciones.

- Es muy importante distinguir lo que nos conviene de lo que no pero también diferenciar entre convenir y gustar.

- Siempre dispondremos de recursos a nuestro alcance. Es muy importante ser conscientes de ellos y usarlos de manera inteligente.

- Podemos tener tantos o más recursos que dificultades u obstáculos y, si no alcanzamos a verlos, hagamos un esfuerzo o busquemos a alguien que nos ayude a reconocerlos.

- La muerte forma parte del proceso vital, es su conclusión. No nos enfrentamos a ella, es inevitable. Debemos procurar vivir con la mejor calidad posible dentro de nuestras circunstancias.

- Para sentirnos bien lo más importante es tener cubiertas nuestras necesidades primarias. El resto depende de nosotros gestionarlo de la manera más racional y comprensible posible. Para ello es importante valorar nuestros logros por encima de nuestras pérdidas.

- El ajedrez puede ser un excelente recurso para reflexionar y poder comprender lo que nos ocurre equilibrando los pros y los contras en nuestra vida. Bien empleado puede resultar una excelente herramienta de empoderamiento emocional.


Fuentes bibliográficas y webgráficas


- Libros de Rafael Santandreu: Las gafas de la felicidad; El arte de no amargarse la vida; Ser feliz en Alaska; Nada es tan terrible.

- Kasparov: Cómo la vida imita al ajedrez

- Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha

- Entrevista Expochess a Juan Antnio Montero 

- Fernando Moreno: Usando el ajedrez como metáfora de la vida

- Economipedia.com



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